martes, 4 de febrero de 2014

Batman vuelve (Batman returns, 1992)

En 1989 todo el mundo hablaba de Batman. Se propagó por todos los continentes como un virus al igual que la Beatlemanía en los 60 o la Supermanía a finales de la década siguiente. La película de Tim Burton que devolvió al héroe de Gotham a su imagen más oscura en forma de blockbuster veraniego fue un rotundo éxito en todos los niveles.

No es de extrañar que Warner Bros. viese potencial para exprimir al máximo la popularidad recién recuperada del personaje y quisiera a toda costa sacar tajada creando una franquicia cinematográfica (así como una línea juguetera con la que se podría llenar todo un Toys ‘R Us).

Burton seguía en el punto de mira del estudio para sentarse en la silla de director en una posible secuela. Era la gallina de los huevos de oro. Pese a su poca experiencia, con tan solo cuatro largometrajes a sus espaldas, todo lo que firmaba el cineasta gótico acababa reventando taquilla o creando una cada vez más incipiente masa de seguidores que le considerarían el director de culto más famoso de Estados Unidos.

El problema era que Tim Burton acabó muy quemado y descontento tras el rodaje de Batman (1989). Un ritmo de rodaje de una gran superproducción al que él no estaba acostumbrado, presión mediática en cada uno de los aspectos del film por parte del estudio y de los propios fans batmaniacos y una larga lista de incidencias que lo volvieron casi loco. Así que Burton solo aceptaría llevar de nuevo a la pantalla al Hombre-Murciélago bajo una estricta condición: sería su película, tendría el control total creativo de la producción y podría trabajar a su ritmo.

El estudio dio luz verde a Batman vuelve confiando en el buen hacer de Tim Burton, ya que éste les había dado tantos beneficios en años anteriores con La gran aventura de Pee Wee (Pee Wee's Big Adventure, 1985), Bitelchus (Beetlejuice, 1988) y Batman (ídem, 1989).

Así pues, Burton se puso manos a la obra llegando incluso a producir la cinta junto a Denise DiNovi, y desde ese momento, Batman se convertiría en la rata de laboratorio de los retorcidos experimentos planeados por el cineasta de Burbank.

Quizás la obsesión más clara de Burton reflejada en la película sea la dualidad. Aquí representada de la manera más bizarra “made by Burton” mediante la división entre la persona y su instinto animal, “literalmente” hablando. Por lo que las escenas se convertirán en todo un espectáculo de circo de freaks donde tenemos a un Hombre-Murciélago, una Mujer-Gato y un siniestro Hombre-Pingüino con aletas en lugar de manos.


Muchos dirán que Batman vuelve es la película más fiel a los comics de Batman de cuantas se han llevado a cabo. ¿La película es comiquera? sin duda…¿es fiel a los cómics de Batman? pichi picha en mi opinión. El diseño de la ciudad de Gotham, esta vez a cargo de Bo Welch (cabe destacar el triste fallecimiento por suicidio del anterior diseñador de producción Anton Furst, quien trabajó en el primer Batman, y cuya muerte le costó una depresión al propio Burton de quien se habló que en ocasiones pensó en tomar el mismo camino), es toda una obra de arte bañada en copos de nieve y bombillas de color, que no le restan un ápice de oscuridad y grandiosidad tal y como se aprecia habitualmente en las viñetas.

Es sin duda en la caracterización de los villanos protagonistas donde algo puede despistar al fan más purista. ¿Selina Kyle como boba secretaria traída de vuelta al mundo por unos gatos callejeros y reconvertida en una femme fatale feminista? ¿Pingüino es un monstruo que vive en las alcantarillas? Como para no perderse. Pero no hay que olvidar que esta no es una película más sobre Batman…sino una película de Tim Burton con Batman.

Personalmente la reinterpretación de los personajes, así como su aspecto físico, me parece sublime. Incluso el trasfondo feminista que se respira durante gran parte de la peli, bien introducido en el guión de Daniel Waters, le da un enfoque completamente innovador para una película “de superhéroes”.

En cuanto al elenco protagonista, repetimos con Keaton (esta vez con un traje ligeramente modificado, más pulido y con diferente placa en el pecho), Michelle Pfeiffer como la Catwoman más sensual en traje de costurones de cuero (perdurará en nuestra memoria de por vida) y, como elección arriesgada, Danny DeVito en el papel de Pingüino. Todos y cada uno de los actores hacen un gran trabajo desempeñando sus papeles tan distintos entre si, pero tan en sintonía los unos con los otros.

Tim Burton explicando meticulosamente su visión a Michelle Pfeiffer (Catwoman) y Michael Keaton (Batman).

Otro de sus puntos a favor, gracias al control total que tenía Burton en la película, es la oscuridad que barniza todo el metraje. Escenas realmente tétricas visual y argumentalmente que se graban en nuestra retina, como el abandono de un joven Oswald Cobblepot arrojado al rio por sus propios padres, Selina Kyle siendo empujada por su jefe desde lo alto de un edificio, secuestro de niños y un largo etcétera.

Fue esta oscuridad y no otra razón la que hizo que gran parte del público se sintiera desorientado. No se sabía si era una película para niños o para adultos, de acción o de culto, ¿una película ambientada en Navidad estrenada en pleno verano?...todo eran interrogantes. Aún así la película fue bastante exitosa y con un valor artístico innegable pero Warner cogió algo de miedo a las críticas y mandó a Burton a paseo. Nadie sospechaba la artificiosa puesta en escena, los neones, los pezones, dos Batman distintos en dos películas, chistes malos, interpretaciones aún peor…que nos brindaría Joel Schumacher años después.

De lo que no hay duda, es que con el paso de los años, Batman vuelve es de las películas del Caballero Oscuro favoritas de los fans...o mejor dicho, la película burtoniana favorita de los batmaníacos.




3 comentarios:

  1. Tuve la desdicha de enterarme tarde de cómo había sido afectada la primera «Batman» (1989); sí, lo sabía desde antes de leer este escrito, pero aquí lo sentí con mayor fuerza. Si bien la primera no fue mala per sé (todos adoramos a Nicholson), sí tiene esa tendencia a mezclar la violencia con las risas del Joker de tal forma que, uno mismo puede permitirse burlarse de muertes y acciones realmente crueles (lo que, aún con todo, no podría ser una comedia). Sin embargo, tomando en cuenta el contexto entero del asunto, es decir, el desarrollo de Batman como personaje entre las primeras dos películas (1989 y 1992), se realizó una buena introducción de él, para luego profundizar («Batman vuelve», propiamente).

    Me adhiero a lo ya comentado, pero es que todo en «Batman vuelve» es perfecto. El guión fue reescrito todas las veces que se consideró necesarias, hasta que quedó la base para el trabajo ideal que se estrenó en 1992. Vestimenta, diseño de producción, dirección, actuación, música (aunque esta última no tan relevante); nada tiene desperdicio.

    Desde pequeño, es algo que me niego a olvidar, siempre preferí a los villanos. Y, esto es algo que me parece vital, cuando vi las películas de Batman de niño (nací en 1996), el único muñeco que quería poseer era el del Pingüino. Era una réplica exacta de DeVito vestido elegantemente, con un monóculo como agregado, aparte de una encantadora y macabra sombrilla (paraguas). Creo recordar que la excusa fue el precio, pero estoy seguro que en realidad se trató de que a mi madre nunca le gustó ese personaje. Recibí la réplica de Nicholson, que poseía una chaqueta que explotaba (aún lo guardo con cariño) y se podía volver a ensamblar.

    Ese continuo intento de comprender y humanizar al villano, o al más criticado/rechazado obviamente ha repercutido en el presente. Y aún siento algo de desprecio por las películas o series de televisión donde un personaje siempre es encasillado. «El malo siempre es malo, porque existe la necesidad de educar, incluso desde el cine y la telivisión; existe la necesidad de adoctrinar respecto a cómo uno debería comportarse, para que cada quien decida luego»; eso es lo que me dijo una profesora de Filosofía sin entrar en cuestiones mayores.

    Ese problema, a mí parecer, aunque no es completamente resuelto aquí, sí se da una panorámica detallada. Vemos quién era el Pingüino antes de serlo, quién era Gatúbela antes de que apareciese ese mensaje con las luces que colgaban de la pared de su cuarto. Y el carácter verdaderamente humano de Batman, que incluso llega a desear a una femme fatale; su búsqueda de alguna especie de cotidianidad menos peligrosa que estar siempre en pos de criminales siempre ingeniosos.

    Otra película que me dejó satisfecho al respecto fue «Megamente»; no, no es una obra maestra, pero fue lo suficientemente original como para trascender el afán moralista común, permitir ver que el villano/héroe puede coexistir en cada persona y que es terrible juzgar sin tener en cuenta el contexto entero (aparte de mencionar la necesidad de perdonar y dar oportunidades).

    Es verdad que Joel no funcionó en el resto de la primera saga antes del reinicio de Nolan (que tampoco disfruté ni elogié), y, aunque ésta sea nuestra película preferida de Burton respecto al personaje, creo que todos esperábamos que la terminaría él mismo, o que al menos hubiese hecho el spin-off de Gatúbela antes de que llegara Pitof (no quiero culpar a Berry) e hiciera un chasco peor que Schumacher.

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  2. Fue la primera peli de batman que vi en un cine siendo muy peque, lo cierto es que me encanto, todo es bueno: decorados, banda sonora, efectos especiales y villanos carismáticos (que son mi tipo de personajes de cine que más me atraen), lo cierto es que fue injustamente maltratada en su día y merece estar a la altura de grandes secuelas como El Padrino 2 o El imperio contraataca.

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    1. Batman vuelve fue mi primer acercamiento al personaje siendo niño, y al principio me daba un poco de miedo con su atmósfera tétrica y ese Pingüino escupiendo babas negras, pero ha acabado siendo una de mis favoritas.

      Creo que hoy en día poco a poco se la está poniendo en su lugar, cada vez los batfans actuales valoran más las versiones artísticas y de autor que son las de Tim Burton.

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