Guión: Frank
Miller
Dibujo: Jim
Lee
En este número ocurre algo peculiar, a pesar del título, no
es un cómic de Batman.
La acción comienza en un bar repleto de gente, groseros,
malolientes, un tipo que parece un abogado ciego, una mujer morena con un
pañuelo rojo en la cabeza, un tipo bajito con las patillas inusualmente largas…
(a muchos os sonaran de algo). Una tal Canario, esta detrás de la barra. Lleva
unas medias de rejilla que salen de un diminuto body al que acompaña una
chaqueta de cuero y un antifaz puntiagudo (y por supuesto unos botines que rozan
el fetichismo). Todos gritan groserías y se meten con ella de las formas mas
burdas que la censura permite. Alternamos el
desarrollo de la situación con viñetas de un cartucho de dinamita que se
va consumiendo hasta que… bueno, no creo que haga falta mencionar que las botas
se le ven muy de cerca…
Durante cuatro o cinco páginas, vemos como Canario decide cambiar de trabajo, y es una
forma de despedirse algo original. Ella es uno de los frutos de la semilla que
Batman ha sembrado en Gotham.
Hablando del Caballero Oscuro y su compañero, vemos de nuevo
una imagen espectacular del batmóvil volador que se precipita hasta un lago,
ahora es un batmóvil submarino.
Las últimas tres páginas son muy silenciosas, solo una
palabra. La reacción furiosa de cierto hombre musculoso con gafas ante el
secuestro de un niño y la implicación de Batman. ¿Quién es? Bueno, si en el
anterior número nos despedíamos con una R, seguimos el alfabeto y tenemos
cierta letra que en otro mundo es un símbolo de esperanza.
OPINIÓN PERSONAL:
No he podido evitar el decir que no es un cómic de Batman
antes de empezar, y es que no lo es. Es un descanso, un “mientras”. Batman
apenas sale tres páginas y no es que diga mucho. Es una buena ocasión para ver
las semillas de coraje que Batman ha ido sembrando desde que decidió emprender
su cruzada. Una de las semillas es la rebelión de aquellos que son explotados y
maltratados por la sociedad “porque no hay otra opción”. Otra, en el lado
contrario es el rechazo a la oscuridad, violencia y radicalidad de los “colegas
de mallas” de Batman… pero esto será solo el principio.
Dibujo: Dos palabras… Jim Lee. Poco que añadir al resto de
opiniones respecto a números anteriores. El guión comienza muy denso, pero de
repente saltan las páginas completas, las dobles páginas con un solo golpe, la
narración muda… digamos que Lee se convierte en guionista en medio cómic. Me
encanta, repito, ME ENCANTA el batmóvil. Lo que sigue sin convencerme es la
presencia de trajes tan clásicos, en fín.
Conclusión: Me gustó cuando lo leí en inglés,
independientemente del resto de la historia, pero integrada con el marco
general gana mucho más. Es un punto seguido, un toma aire que esto esta
empezando.
Vigilad los callejones…
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