miércoles, 17 de febrero de 2016

BATMAN: THRILLKILLER.


Se podría decir que Howard Chaykin es un nostálgico.

Muchas de sus obras más celebradas transcurren a principios o a mediados del siglo pasado, por lo que la línea Elseworlds le suele venir como anillo al dedo para dar rienda suelta a su imaginación añorante y a su ideología rebelde e inconformista.

Así, este Thrillkiller que ahora pone a nuestra disposición ECC Cómics nos propone un doble viaje en el tiempo.

Primero a 1997, fecha de publicación original en USA de la primera miniserie que compone este volumen, y luego a 1961, año en el que transcurren las andanzas de esta nueva batfamilia en la que los roles están un poco alterados con respecto a lo que conocemos.

Un pequeño cambio de papeles.


En primer lugar, Bruce Wayne no es Batman, sino el mejor detective del cuerpo de policía de Gotham, que ha llegado a alcanzar ese puesto debido a su firme sentido de la justicia y el deber en un cuerpo que difícilmente podría estar más corrupto.

Así, la encargada de que en la ciudad haya un ser humano murciélago es en este caso Barbara Gordon, una Batgirl rebelde que ha remodelado una vieja Mansión Wayne comprada a una familia caída en desgracia y la ha convertido en el centro de operaciones que todos conocemos y en el que la hija del comisario más famoso de los cómics comparte amor y aventuras con su Robin particular, un Dick Grayson (Richart Graustark) hijo de emigrantes y fugado del circo al que la tragedia aún no ha golpeado.

Así de alterados los estándares, en este mundo Dos Caras no es Harvey Dent, sino el máximo exponente de la corrupción en el cuerpo de policía de la ciudad, y Joker no es el psicópata estilizado y sonriente (y hombre) que solemos adorar, sino una bella y maquiavélica mujer que tiene más de estratega que de paranoide.

Por supuesto, Bruce Wayne acabará por tomar el manto.


Una vez remodelados los iconos de Gotham a su gusto, Chaykin nos ofrece una historia de corruptelas, detectives y femmes fatales que en muchas ocasiones da más la impresión de estar ambientada 30 años atrás del 1961 beat que propone la historia.

Historia en la que brilla con luz propia el maravilloso arte de Dan Brereton, todo un genio de la acuarela que conseguirá que el lector se quede más de una vez embobado con la página que tiene ante sus ojos resistiéndose a pasarla.

Este tomo recopila tanto la miniserie original como el número especial que le siguió a modo de secuela el año siguiente (Thrillkiller `62), en el que una vez que Bruce ha tomado definitivamente el manto de Batman, se añaden a una trama que había quedado inconclusa en la primera serie versiones no menos alteradas de otros de nuestros personajes favoritos como Canario Negro, Roy Harper o una Harley Quinn que, como curiosidad, cabe decir que hace su primera aparición en el cómic en este especial fuera de la continuidad de los basados en la serie de animación que la vio nacer.

Un enfrentamiento clásico en versión femenina.


Un tomo muy ágil de leer, con una trama ciertamente interesante recomendado sobre todo para los amantes de las historias libres de todo peso del canon y en particular para los que disfrutan de que cada viñeta sea una auténtica obra de arte en si misma, en un trabajo que hasta la fecha permanecía inédito en nuestro país.


EDICIÓN ORIGINAL: Batman: Thrillkiller USA, Batman: Thrillkiller '62 USA
FECHA PUBLICACIÓN: Diciembre de 2015
GUIÓN: Howard Chaykin
DIBUJO: Daniel Brereton 
FORMATO: Rústica, 128 págs. A color.









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