martes, 18 de agosto de 2015

LA MUERTE DE UN BATMAN DE LA VIDA REAL.


Tenemos una sensibilidad especial para con los niños, y si estos están enfermos, entonces la piel ya se nos vuelve finísima.

Y es que en GCI creemos que gran parte de la grandeza del género de superhéroes en general, reside en mantenernos en perpetuo contacto con el niño que realmente nunca hemos dejado de ser, así que cuando recibimos una noticia de este tipo nos entristecemos una barbaridad. Porque ha muerto un héroe.

Pero uno de la vida real, de los que hacen cosas por los demás sin pedir nada a cambio y sin necesidad ni de volar, ni de dar palizas a los criminales.

Un verdadero héroe.

La noche del pasado domingo, Lenny B. Robinson, más conocido como el Batman de la Ruta 29, tuvo un problema en el motor de su Batmobile y este se detuvo en plena autopista.

Poco después, un vehículo de grandes dimensiones arrollaba a coche y conductor, segando así la vida de Robinson, un hombre de 51 años conocido por visitar a los niños de los hospitales del área entre Baltimore y Washington disfrazado de Batman para hacerles más llevaderas sus estancias en ellos y que llegaba a gastarse más de 25.000 dólares al año en artículos relacionados con nuestro héroe que regalaba a los niños enfermos.

Su fama internacional (que nunca buscó intencionadamente) vino en el año 2012 , cuando la policía le paró a bordo de su vehículo y la escena quedó grabada.





Descanse en paz un hombre que, a imagen y semejanza de nuestro Bruce Wayne, usaba su dinero para ayudar a los demás de manera desinteresada.

Siempre en nuestros corazones, Batman.


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