domingo, 27 de diciembre de 2015

HABLANDO DE SPOILERS (SIN SPOILERS).


Vivimos en la era de la información.

Esta es una frase que podría definir perfectamente las últimas dos décadas y que, sin embargo, a día de hoy podríamos considerar que está ya obsoleta.

O como mínimo, se ha quedado muy corta.

Porque vivimos en la era del exceso de información y parece que no sabemos qué hacer con ella.

Veréis, en GCI siempre hemos procurado ser terriblemente cuidadosos con el tema spoilers. No queremos dar información de menos, pero tampoco información de más.

El lector tiene la última palabra y es el que en última instancia decide si quiere o no quiere saber más de la cuenta sobre su película favorita o su serie de comic books predilecta, y es por ello que antes de hacernos eco de algún tipo de contenido susceptible de revelar demasiada información, lo advertimos si es necesario varias veces.

Sin embargo, ha llegado un punto en el que muchas veces uno no sabe a qué atenerse, ni como enfocar determinadas informaciones.

¡SPOILER!


Esta reflexión nace a raíz de lo que sólo nos atrevemos de calificar de histeria colectiva a este respecto alrededor de la última entrega de Star Wars.

En las últimas semanas, en las redes sociales absolutamente cualquier cosa que se comente al respecto es susceptible de ser considerada un spoiler por parte de los más recalcitrantes.

Se ha llegado a unos límites absolutamente absurdos, en los que uno se plantea si escribir el título completo de la cinta no podrá ser considerado spoiler, porque, al fin y al cabo las palabras El Despertar De La Fuerza hacen mención al resurgimiento de nuevo de los caballeros Jedi, y no dejará de haber gente que no quiera saber absolutamente nada de la trama de la película.

Tres cuartos de lo mismo se puede aplicar a la esperada Batman v Superman.

No pocos se han quejado de que el segundo tráiler revela demasiado sobre la trama (sin tener ni idea ni siquiera de si las imágenes mostradas están montadas en orden cronológico) y hay toda una corriente de personas que de un tiempo a esta parte se niegan a ver tráilers de las películas porque consideran (posiblemente con razón) que las propias distribuidoras ya revelan demasiado en sus propios lanzamientos promocionales oficiales.


¡SPOILER!¡Y encima cobraban por ello!

Así pues, ante una noticia de, por ejemplo, Doomsday uno se plantea "¿Pongo la foto del bicho en cuestión o no la pongo?".

Que no se puede contentar a todo el mundo,  está claro, pero si hasta ahora los límites entre información y destripe estaban más o menos delimitados, a día de hoy la barrera parece cada vez más difusa.

No sé qué demonios nos está sucediendo ni por qué, pero las cosas están cambiando.

A finales de los 80 y principios de los 90, era de uso común editar cómics que adaptaban el próximo previsible taquillazo con varios meses de antelación con respecto al estreno del mismo, y los fans corríamos como locos a comprarlos, llegando muchas veces al cine con el final de la cinta ya aprendido de memoria de las veces que nos habíamos leído la historieta.

Y no se conoce ningún caso de que nadie haya querido matar a ningún directivo de Marvel o de DC por publicar ese material.

Por la calidad del mismo ya sería otra cuestión, pero porque los cómics destripasen la película no hay casos.

Obviamente, en aquellos años no había esta absoluta avalancha de información que nos tiene completamente abrumados, y en países como España y con respecto al mundillo del cómic la cosa era más bien al revés. Debido al ansia de saber del fan, proliferaban las publicaciones amateur que en forma de fanzines hacían las funciones que hoy en día hacen los blogs, sólo que de una forma mucho más artesanal, reducida y por qué no decirlo, meritoria.

De un extremo al otro. De no tener ni idea de quién iba a ser el equipo creativo del número de Batman que verías al mes siguiente en tu librería, si no lo revelaban en el propio cómic del mes anterior, a saber cuantas operaciones de hernia discal tiene Scott Snyder (si es que las tiene).

Así que tras tanta reflexión y tanta conjetura, la posición oficial de GCI ante este tema, os la vamos a resumir en la siguiente imagen animada:





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