miércoles, 16 de marzo de 2016

ACTUALIDAD EDITORIAL: BATMAN Y ROBIN #12.


Ultimo tomo recopilatorio que publica ECC Ediciones, conteniendo los últimos tres números USA más un especial anual de la colección original.

Broche de oro para una magnífica serie en su conjunto que a medida que han ido pasando los números se ha convertido en la verdadera sorpresa del Universo Batman en la pasada temporada, incluso por encima de la mucho más irregular Batman Eterno.

Y es que el trabajo de Peter J. Tomasi a los mandos de esta serie es digno de todo elogio.

Partamos de la base de que la serie nace de una premisa bastante antipática para el lector actual. Premisa que ya estableció magistralmente Grant Morrison a lo largo de su larga etapa al frente de Batman y que no es otra que la de poner a un nuevo Robin en el mapa y no solo eso, sino hacer que este sea hijo (biológico) de Bruce Wayne y a pesar de todo esto conseguir que funcione a las mil maravillas y que enamore al aficionado.

Con una votación acerca de si Robin debió o no de morir que se saldó con el dedo pulgar hacia abajo por parte de los lectores (Una muerte en la familia), y el personaje ausente de todas las encarnaciones de Batman en la gran pantalla, excepto precisamente de las dos que casi matan la franquicia, no es arriesgado afirmar que antipatía es una palabra que define bien lo que el lector medio del personaje siente (o sentía) hacia Robin en las últimas décadas.

¿Damian con super poderes? ¡Lo que faltaba!
Porque si bien es cierto que de unos años a esta parte el personaje ha parecido recuperar el favor del público y hasta Christopher Nolan le hizo aparecer a su particular forma en el final de su aclamada trilogía, no es menos cierto que la idea generalizada es la de que Batman trabaja mejor sólo.

Sin embargo, la serie que finaliza en este tomo viene a poner en entredicho semejante afirmación.

A lo largo de 40 números, Batman & Robin ha ido explorando distintas facetas de la relación paterno filial de ambos personajes mostrándonos a los personajes envueltos en las situaciones más dispares, pasando incluso por la pretendida muerte de Damian Wayne.

Todo ello nos ha mostrado una perspectiva de la última encarnación del dúo dinámico que ha logrado que Robin ya no solo no resulte antipático ni estridente junto a Batman, sino que el lector le coja verdadero cariño a ese mocoso que roza la psicopatía y que continuamente está poniendo a prueba la paciencia de su padre y mentor.

El chico maravilla totalmente desatado.

Claro que gran parte del mérito se debe al enfoque rabiosamente distinto de este último petirrojo, ya que en dónde el resto de encarnaciones eran más o menos blancas y luminosas, la creación de Morrison resulta estar rodeada de verdadera oscuridad, convirtiendo al tradicional escudero vivaracho en una granada de rabia siempre a punto de explotar.

Y hete aquí que en el último arco argumental de la serie que es el que recopila este tomo, Tomasi ha querido darle una vuelta de tuerca más a la naturaleza de Damian y a su complicada relación con Batman.

Porque ¿que pasa si cogemos a un crío cuya determinación rivaliza con la de su padre pero que se muestra mucho más expeditivo en su métodos y le damos superpoderes?


Pues que obtenemos el híbrido perfecto entre Batman y Superman. Un ser oscuro y atormentado que absolutamente ebrio de poder decidirá que no hay mejor forma de usarlo que arremetiendo sin piedad contra los criminales e intentando crear su propio estado policial de una sola persona.

Obviamente, esta decisión unilateral de Damian no es del agrado de Batman, quien hará todo lo que esté en sus manos por entender el origen de los nuevos poderes de su recién resucitado hijo y por devolverle a su estado habitual, en el que el muchacho ya resulta de por si bastante peligroso.

En ocasiones especiales se necesitan amigos especiales.
Tres números que con semejante excusa argumental, acaban por cimentar ante los ojos del lector (y del propio Bruce Wayne) una relación padre/hijo por la que pocos hubiesen apostado hace unos pocos años, y que hoy en día gracias en gran medida a la labor de Tomasi y de un siempre eficaz Patrick Gleason a los lápices, encaja como un guante en el actual status de El Caballero Oscuro.

Complementario a esta historia, el annual que recoge el tomo nos narra un paseo de ambos héroes nada menos que por la Luna en donde vivirán una particular aventura auto conclusiva lejos de los habituales escenarios de las calles de Gotham.

Se acaba aquí y además cerrando tramas pero sin cerrar posibilidades,  una serie para el recuerdo que andando el tiempo, será recordada como una de las mejores etapas modernas de Batman y que nos hace desde ya añorar al pequeño ninja arrogante de Damian y desear que vuelva a las viñetas lo más pronto posible.


EDICIÓN ORIGINAL: Batman and Robin núms. 38 a 40 USA, Batman and Robin Annual núm. 3 USA
FECHA PUBLICACIÓN: Diciembre de 2015
GUIÓN: Peter Tomasi 
DIBUJO: Juan José RYP, Patrick Gleason 
FORMATO: Rústica, 112 págs. A color.











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