ACTUALIDAD EDITORIAL: BATMAN/SUPERMAN NÚMEROS 29,30 Y 31.

A partir de esta reseña vamos a cambiar nuestra política con las mismas, pasando a ofreceros la disección de varias grapas de una misma colección en un solo artículo, ya que creemos que así al lectura se hace más amena y además se obtienen una mejor perspectiva de lo publicado al abarcar un mayor número de páginas de cada historia.

No obstante, mantendremos nuestra política de reseña única en el caso de tomos o números auto conclusivos, en los que la narración suele ser más redonda y fácil de evaluar.

Así que vamos a comenzar por el número 29 de Batman/Superman siguiendo siempre la numeración española establecida por ECC Ediciones, y comenzamos haciendo un breve resumen de lo acontecido hasta ahora.

Dejamos a un Superman prácticamente desvalido enfrentándose al imperio subterráneo tras infiltrarse en sus filas y descubrir que estos habían establecido una alianza con los atlantes por medio de Aquaman, personaje al que inevitablamente se enfrentará nuestro héroe kryptoniano, mientras su recién estrenado aliado, el Batman encarnado por James Gordon parece tener un plan para poner a salvo el sol artificial que codician los moradores subterráneos.

Alguien ha traicionado a alguien.

Dicho plan parece pasar por el hecho de que Superman se deje ganar, propuesta que Aquaman secunda pero por motivos bien distintos, y es que no quiere que su amigo sufra ningún daño a sus manos ya que, como recordamos, Kal-El no es ahora mismo ni la sombra de lo que fue.

A regañadientes Superman acepta y el plan de Batman parece funcionar... a medias ya que en un giro dramático de los acontecimientos,  descubrimos que el ataque del imperio subterráneo ha sido una simple maniobra de distracción ...

Con esta incógnita aún sobre la mesa, vemos como este nuevo Batman no guarda hacia este Superman los sentimientos de amistad y camaradería que sí albergaba Bruce Wayne, y es que en su opinión, ahora mismo el extraterrestre es más una amenaza para si mismo y para el mundo que el protector que había sido.

A modo de epílogo, tenemos una breve historia en la que Clark Kent, utilizando una identidad falsa, va a visitar a su viejo amigo Bruce Wayne (recordemos que en pleno estado de amnesia) con una mezcla de nostalgia y esperanza.

Dando por finalizado el anterior arco argumental (con algunos matices) en el número 30 entramos en uno nuevo en el que los lápices de Ardyan Siaf dan paso a los de Cliff Richards, en una historia que deriva directamente de la anterior, ya que abrimos con un Superman que ha tomado prestada la tecnología de Waynetech para poder volver a volar y suplir algunos de sus perdido poderes, mientras sigue el rastro del Comando Amanecer y de el sol artificial robado.

Pero su investigación no tarda en encontrarse con un enemigo mucho más grande y poderoso, y es que ni más ni menos que Vandal Savage resulta estar finalmente detrás de todos los quebraderos de cabeza que han tenido ultimamente nuestros dos héroes en esta serie.

Con su determinación intacta pero con sus poderes mermados, Superman es finalmente salvado por Batgirl de recibir un castigo brutal.

No podrá volar, pero este nuevo Superman está sobrado de ingenios y de contactos para hacerlo de uno u otro modo.

Una Batgirl que poco tiene que envidiar como detective a su mentor e inspiración y que ha seguido por sus propios medios el rastro de Savage, llegando a la conclusión de que su interés final se encuentra en una yerma meseta de Siberia, en donde la chica murciélago y el último hijo de Krypton descubrirán que Savage tiene esclavizada a toda una comunidad a fin de tratarles como simple mano de obra para recuperar unos misiles nucleares que él mismo pareció haber enterrado allí hace muchos años. Recordemos que Savage es inmortal y que sus planes pueden pueden tener el plazo de jecución que él desee.

De nuevo el impetuoso héroe quiere terminar rápidamente con esta situación, pero Bárbara pondrá freno a sus ansias pidiéndole paciencia ya que no estarán solos en la tarea: para hacer frente a esta situación, contarán con la inestimable ayuda de Capucha Roja y de Dick Grayson, aún en su condición de miembro de Spyral.

Así que ya en el número 31 de la serie, los tres héroes deciden presentarse a la comunidad y explicarles sus planes e intenciones, que pasan por enseñarles a combatir a Vandal antes de su próxima visita y por intentar que tengan una nueva vida bajo identidades falsas a fin de que el inmortal villano no sea capaz de dar con ellos una vez libres para dar rienda suelta a sus ansias de venganza.

Pero entretanto, Superman no es el mismo ni por dentro ni por fuera. Sigue contemplando impotente como  a pesar de todos sus esfuerzos no es capaz de abarcar todo lo que quisiera y a lo que estaba acostumbrado gracias a sus poderes.

Pero ya sabemos que este tipo de introspecciones no duran mucho en la vida de nuestros personaje favoritos, y así es como los monstruos sombra atacan a nuestros protagonistas propiciando de paso la intervención de un Batman que parecía estar olvidado en la historia.

Y es que tanto Batgirl como Superman han estado en contacto con él cada uno por sus propios medios, facilitándole información sobre la aventura en la que estaban inmersos.

Un Kal-El más humano que nunca.

Así, al final de esta historia comenzamos a adivinar que Savage está detrás del robo de poderes de Superman porque por algún extraño motivo, este está haciendo acopio de energía (el sol artificial, el uranio de las cabezas nucleares) y dejamos la historia en el punto en el que no sabemos para que, pero en el que gráficamente se nos hace sospechar que una colosal nave que en algún momento perteneció a los nazis tiene algo que ver en todo esto.

Con la intriga nos quedamos hasta la reseña de los próximos números de esta colección, que a lo largo de sus últimos episodios ha ido tejiendo una historia cuyas derivaciones parecen (y sólo lo parecen) estar llegando a su conclusión final.

EDICIÓN ORIGINAL: Batman/Superman núm. 24, 25 y 26 USA
FECHA PUBLICACIÓN: Marzo. abril y mayo de 2016
GUIÓN: Greg Pak
DIBUJO: Ardian Syaf, Howard Porter, Yildiray Cinar y Cliff Richards.
FORMATO: Grapa, 24 págs. A colo