viernes, 7 de marzo de 2014

Realworlds: Batman.


Hasta esta misma tarde, un servidor ignoraba por completo la existencia de una línea editorial de DC que, como su propio nombre indica, ubicase la existencia de los personajes de la casa en un contexto netamente real, en frontal contraste con la conocida línea Elseworlds en la que se juega con llevar a nuestros personajes más aún si cabe, a terrenos fantásticos.

Y no hablamos de realismo al estilo Marvels (al menos en el cómic que hoy reseño) sino de realidad cotidiana.
De esa realidad cruda y dura que absolutamente a todos nos rodea y que, desgraciada o afortunadamente, no suele verse distorsionada con la aparición de seres con grandes poderes o de vigilantes enmascarados que se dedican a poner orden en ciudades caóticas.

Hasta donde he podido averiguar, dentro de esta línea Realworlds sólo han visto la luz cuatro títulos. Los dedicados a los buques insignia de la editorial como son Justice League of America, Superman, Wonder Woman y, desde luego el Batman que nos ocupa. Parece que la iniciativa no ha tenido continuidad, y a juzgar por lo leído, no podemos por menos que lamentarlo.


En este cómic  los escritores Christopher Golden y Tom Sniegoski, junto a los artistas Marshall Rogers, John Cebollero y Dave Stewart, nos traen una historia de Batman ... sin Batman.
Imaginaos un Kick-Ass  con un 0% de mala leche.
Los que estéis familiarizados con los que en USA se autodenominan Real Life Superheroes, podréis encontrar paralelismos entre esta obra y tan curioso movimiento muy rápidamente.

Nuestro protagonista se llama Charlie, un joven huérfano con un importante retraso mental que vive inmerso en la ficción del Señor de la Noche.
Solo que Charlie no es  para nada un hosco ser oscuro y atormentado, antes bien, se ve a si mismo como un Batman cotidiano, para el que las pequeñas labores del día a día son el equivalente a las heróicas hazañas de su idolatrado Caballero Oscuro.

Un muchacho amigable, servicial y querido por todo su barrio que, en su delirio quijotesco, se verá metido en problemas al intentar rescatar a su Robin particular (Clarissa , una amiga de juegos de la infancia) de las garras de su no menos particular Joker y el mundillo que rodea a este.

Por el cómic desfilan también versiones absolutamente inesperadas de Catwoman, Joker o Alfred, producto de la imaginación de Charlie y de la complicidad de los vecinos con el juego de identidades del muchacho.


Es muy difícil seguir haciendo una sinopsis de este cómic sin destriparlo por completo, aunque ya os adelanto que no debeís esperar grandes sorpresas ni emociones fuertes, a excepción de una a la que pocas veces nos suele mover nuestro héroe: la ternura.

Si estabais buscando un cómic de Batman diferente, o si simplemente os gustan las buenas historias con enfoques novedosos, este es vuestro cómic.
Obra que, por cierto y hasta donde se, desde el ya lejano año 2000 en el que se publicó no ha visto la luz en castellano, al menos en España.




2 comentarios:

  1. Es precisamente el tipo de cómic de Batman (o sobre Batman mejor dicho) que estoy buscando locamente como un ratón de biblioteca. Un enfoque distinto, una historia que resulte completamente original y que nunca antes se haya escrito. Me apetece mucho leerme esta línea Realworlds que también desconocía.

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