Ya en la sede de la ONU, Bruce Wayne decide ir como espectador y ve al Joker ataviado como los representantes del gobierno de Irán. Poco tiempo después que empezara su discurso empieza a lanzar gas de la risa a todos los miembros de la sala, pero enseguida es detenido por un Superman disfrazado y anima a Batman que vaya tras él. Después de una batalla en un helicóptero, donde Batman consigue saltar a tiempo, éste se estrella y nos deja un final abierto.
Si bien ya he dicho que la saga tiene altibajos constantes, este número en cuestión ni parece formar parte. De hecho es un número aislado al que se cita la muerte de Robin pero que parece un número autoconclusivo más que un epílogo. Sigue sin convencerme la idea del Joker en todo ese entramado político, y más aún cómo se desarrolla en estas viñetas.
Antes de acabar, me gustaría resaltar las tres ediciones en lengua castellana. Esto me lleva a pensar que quizás no se reedite a causa de su calidad. Si es así, creo que no es buena decisión pues muchos lectores (aunque no una mayoría) compramos por completismo.
Editorial Zinco (1990): Batman Una muerte en la Familia. Miniserie de 3 Números.
Si bien la primera edición no estaba mal, se editó en tres números y olvida el cuarto. Por 200 pesetas más se podría haber optado por respetar la edición original. Por otro lado es de 1990 y su precio es carne de coleccionismo y especulación. La segunda y tercera forman parte de un coleccionable y se encuentra dividido entre tomos. Aunque el papel y el color es de mejor calidad, es una pena tenerlo fragmentado. Y es que ahí radica la clave del coleccionismo: la edición. No basta con tenerlo, la edición tiene que estar a altura. Y esta saga, ya sea cartoné o rústica, es indiferente, a día de hoy ninguna de estas tres me convence.
Crucemos los dedos.
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